Qué significa "poner la persona al centro" en un ámbito tan difícil como el de la construcción: la experiencia del emprendedor argentino, Jorge Demagistri, en los tiempos de la pandemia.
Lourdes Hercules
Jorge Demagistri es un empresario de Economía de Comunión que se dedica al campo de la construcción desde hace 13 años. Vive en la ciudad de Tucumán, Argentina, donde fundó la empresa Ávita. Como cualquier otro empresario, ante la crisis de la pandemia, temió por el funcionamiento y sostenimiento del negocio, pero especialmente se preocupó por el pago a los 67 obreros durante todo el periodo de confinamiento, pues era mucho dinero y las reservas eran pocas. “Se trabaja, se paga. Así funciona en la construcción. En estos momentos lo que está pasando en este ámbito es que no se está abonando. Incluso empresas más grandes que la mía han suspendido los pagos a los jornaleros” comenta Jorge.
Desde el inicio Jorge ya se ocupaba en pensar cómo solventar el problema, pero previendo la cuarentena social, un día reunió al personal para advertirles de la complicada situación financiera que se avecinaba. Sin embargo, ese mismo día sucedió algo que Jorge lo llama “providencial”. “Una persona que nos buscó en Google llegó esa misma tarde. Sin ningún tipo de referencia, nos contactó y se interesó por desarrollar un proyecto. Luego de consultar, se decidió de inmediato por hacer el negocio y al día siguiente firmamos el contrato junto al cual abonaba ya un anticipo. Continua Jorge: “Volviendo a casa en la noche, pensé en que haber logrado esta venta impensada, rápida y concreta, era la respuesta para que por lo menos estas 67 familias no se vieran afectadas en sus economías, ante la imposibilidad de ganar su jornal diario”.
El negocio concretado ese día finalmente resultó un incentivo. Aunque no era suficiente, la empresa ha visto los frutos de las relaciones creadas. “Los inversores están haciendo un esfuerzo para no incumplir con sus abonos y que la cadena de pago no se corte. Algo que no está pasando con los jornaleros de otras empresas dedicadas a la construcción. Yo tengo una relación excelente con mi gente y entiendo que esta situación va a ser positiva para incluso mejorar esta relación. Muchas veces este grupo social ha sido golpeado y lastimado y estos momentos difíciles refuerzan la confianza".
Jorge señala que viven con tranquilidad, confianza y gratitud estos momentos de pandemia y distanciamiento social. Pero no es fruto del azar, sino de una experiencia de comunión: “La experiencia de vivir la Economía de Comunión es una expresión concreta de que cuando se pone la mirada en el otro, se multiplican las economías y se puede llegar a progresar en momentos de crisis. Es un dar y recibir, un círculo virtuoso que hemos vivido en estos 13 años. No exentos de dolores y dificultades, pero cuando damos, vivimos la concretes porque recibimos aún más”. Incluso en los momentos de crisis económica en Argentina, Ávita ha experimentado crecimiento, “pero también han sido los momentos en los que más han dado” concluye Jorge.
“Siempre he tratado de tener una particular mirada en el otro” subraya Jorge. ¿Quién es el otro en tu empresa? Le cuestionamos durante la entrevista. “Son todos los actores con los que la empresa está en contacto: Los clientes, los proveedores, el Estado, los empleados, los socios, la familia. Muchas veces las realidades económicas van ocasionando a lo largo del tiempo un tipo de heridas, pero cuando se experimenta otro tipo de relación y de forma de hacer empresa, estas heridas sanan rápido y se construyen cosas más grandes”.
“Si la lección de esta crisis fuera comprendida y puesta en práctica de forma generalizada por las empresas, si de verdad se entendiera que poner a la persona al centro es el camino correcto para todos, indudablemente veríamos grandes frutos para la economía", concluye Jorge.