El cuarto capítulo de la sección a cargo del Observatorio sobre la Pobreza Leo Andringa nos explica el tercer criterio que caracteriza el enfoque actual de la EdC para promover, realizar y evaluar iniciativas de lucha contra la pobreza a partir de la comunión.
Por el Team OPLA*
Más allá de los índices: una apuesta por una mirada más amplia sobre la pobreza.
El ambiente que nos rodea no es indiferente en la formación de nuestra identidad, en nuestra historia y en nuestras oportunidades y perspectivas de futuro. Para poder capturar mejor los múltiples matices que componen el cuadro social donde estamos inmersos, es necesario tener en cuenta todo el contexto en el que vivimos. En este sentido, para analizar la situación de vulnerabilidad de una persona es necesario, por supuesto, considerar los datos objetivos acerca de su condición, pero al mismo tiempo es importante tomar en consideración elementos menos habituales pero fundamentales para la superación de la pobreza, como los relativos al contexto social en que vive cada persona. En definitiva, se trata de realizar un análisis socioeconómico a varias dimensiones. Los aspectos socioeconómicos que tendremos en cuenta son: edad, estado de salud y situación de vulnerabilidad.
Por lo que se refiere a la edad, se considera importante dar precedencia a los niños y a los ancianos en el acceso a oportunidades de apoyo, dado que se trata de rangos de edad en los que suele haber una mayor dependencia de otras personas, ya que todavía no se posee la capacidad de autosostenerse o bien se ha perdido (aspecto que será objeto de profundización en el próximo capítulo).
Una lógica parecida se aplica al estado de salud del candidato. Se intenta dar prioridad a las personas en situación de enfermedad crónica, o con salud frágil, que no tienen posibilidades de curación y cuya única posibilidad es convivir con su propia condición.
En cuanto a la “situación de vulnerabilidad”, esta abarca dos aspectos más amplios: condición económica y condición psicosocial y/o de exclusión relacional. Concretamente, para la condición económica se da precedencia a las personas que no tienen posibilidades de recibir asistencia del Estado o de otras organizaciones. Cada vez se incentivan más las soluciones a nivel local, entre otras cosas porque esto permite que las personas se integren dentro de una red, un hecho que – como se ilustra en el artículo anterior – aumenta mucho las probabilidades de desarrollo personal.
El aspecto psicosocial y de exclusión, por su parte, quiere poner de relieve todas las dinámicas de fragilidad relacional que la persona puede vivir – tales como soledad, aislamiento, falta de reconocimiento social o disempowerment – que pueden darse dentro de la sociedad donde se vive. ATD Quart Monde, una ONG francesa que estudia las “dimensiones ocultas de la pobreza” afirma su relevancia a la luz de una investigación realizada con personas en situación de pobreza, identificando incluso una dimensión llamada “disempowerment”, que tiene en cuenta el sufrimiento del cuerpo, de la mente y del corazón, además de la lucha por la vida y la resistencia – situaciones desgraciadamente muy frecuentes en la vida de las personas oprimidas, excluidas y marginadas.
Por tanto, con la adopción de este enfoque se quiere ir más allá de las métricas usadas habitualmente para analizar las situaciones de pobreza, tratando de ampliar la mirada y capturar una imagen más completa de la situación de vulnerabilidad con el añadido de los aspectos explicados anteriormente para cada criterio. Así se comprende que la vulnerabilidad va mucho más allá de la visión económica clásica de la pobreza, y se intenta, en la medida de lo posible, ayudar de manera eficaz a cada participante a salir de ella, en lugar de ofrecer solamente ayudas paliativas. Es una apuesta, un cambio de paradigma, más en línea con una visión de desarrollo integral de la persona y con el carisma de la comunión que nos inspira.
Credits foto: Image by Jonas Svidras from Pexels
* Il team OPLA: Francesco Tortorella, Germán Jorge, Maria Helena Fonseca Faller, Tainã Santana