La historia de un joven argentino que en medio de la crisis económica generada por la pandemia, decidió crear aglo nuevo desde varios puntos de vista. Carolina Carbonell lo entrevistó.
Existe un proverbio holandés que dice que "No puede impedirse el viento, pero hay que saber construir molinos". Esta es la historia de un joven argentino que en el medio de la pandemia y la caída económica de tantas industrias, ha visto la posibilidad de hacer surgir algo nuevo: ser un emprendedor de Economía de Comunión. Agustín Cabezas, un joven de la ciudad de Salta, desde hace aproximadamente un año tenía en mente crear una empresa que hoy se convierte en realidad. ¿Qué tiene de especial este proyecto? No queremos anticiparles mucho, pero en la idea de Agustín se encuentran, simultáneamente, una serie de elementos innovativos que van en la dirección de una sostenibilidad fuertemente inclusiva a través de la valorización de las comunidades y sus tradiciones. A través de la creación de redes, comercio justo y solidario, zero waste y teniendo de fondo la cultura de Economía de Comunión.
Demos un paso atrás para conocer al protagonista de nuestra historia. Agustín es Licenciado en Turismo y es el coordinador del Programa de Turismo Sustentable del NOA (Noroeste Argentino). Se especializó en Desarrollo Económico Local mediante cooperativas, y busca aportar al turismo una mirada social. En los últimos 10 años Agustín acompañó a comunidades campesinas para su desarrollo integral en turismo, es decir, que pudieran ofrecer un buen hospedaje, gastronomía y actividades recreativas llevadas adelante por ellos. Durante este tiempo Agustín aprendió mucho de estas comunidades, su relación con la naturaleza, el cuidado de la tierra y del medio ambiente, el consumo responsable, una alimentación sana y el tratamiento de los residuos. Estos elementos ahora son piezas clave para entender su vocación emprenditorial.
En este contexto de pandemia en el que la industria turística ha caído grandemente, empezó a vislumbrar que había llegado el momento de lanzar una idea de negocio que viene gestando desde hace tiempo, sobre cómo fortalecer con la comercialización estas actividades productivas que dan un sustento diario a las familias de las comunidades que viven del turismo.
¿Cómo es lanzar un negocio en plena pandemia?
Fueron días de altibajos entre el entusiasmo y los miedos de emprender en este momento. No saber si era un capricho o realmente era el momento. Vivir en carne propia ese acto de fe que hace el emprendedor fue increíble y me dio el empujón para seguir.
Tengo mucha alegría de compartirlo, porque como dijo otro emprendedor que vive la cultura de comunión, el dolor de los empresarios que en este momento duro no pueden dar trabajo, tiene sus frutos y siento que este proyecto es uno de ellos.
DESENVUELTOS eco almacén. ¿De qué se trata?
Será una pequeña tienda que busca sensibilizar y ayudar a las personas a tener una vida más sustentable. Deseamos ser un puente entre emprendedores locales y consumidores, ofreciendo una posibilidad de compra responsable generando la menor cantidad posible de residuos.
Y como debemos cambiar la cultura, providencialmente el local que conseguimos tiene un espacio que será para dar charlas, compartir experiencias sobre las sustentabilidad en la vida diaria, alimentación consciente, consumo responsable, dar la posibilidad a emprendedores locales de presentar sus productos, etc.
Com'è stato concepito il progetto?
Desde hace 1 año más o menos tenía la idea de emprender un pequeño negocio, y la cuarentena fue el momento ideal para terminar de darle forma y concretarlo. La idea original me surgió a partir de la inquietud de ser más responsable con los residuos que generamos en casa. Con mi esposa, cada vez nos fuimos encontrando con más personas que quiere vivir más sustentable y me entusiasmé. Luego, mirando un poco más lejos, la encíclica Laudato Si, el movimiento de Greta Thunberg, los grandes problemas ambientales me confirmaron que éste es el camino.
Así decidí crear un lugar donde se pueda comprar a granel alimentos, productos de limpieza y elementos de higiene personal amigables con el medio ambiente. Quien visite la tienda podrá llevar sus propios envases (frascos, bolsas de tela u otro recipiente) en caso que no lo tenga puede llevar en bolsas de papel que se degradan fácilmente. Además priorizaremos la venta de productos locales, artículos de artesanos y otros industriales pero que aporten a una vida más sustentable. Por suerte tiendas como estas ya existen en otras partes del mundo, se conoce como movimiento #zerowaste del que tomé muchas ideas.
¿Cómo es la relación con tus proveedores?
Gracias a mi trabajo en turismo conozco a muchas personas que hacen productos espectaculares pero que siempre tienen dificultad para venderlos. La idea es que en una relación de comercio justo este sea un canal más de comercialización. En estos días investigando encontramos otras personas que hacen cosas muy innovadoras. Seguramente se irá construyendo una linda relación con ellos y con los que vendrán, estoy seguro que se pueden hacer negocios de una manera transparente donde cada uno sepa los costos y rentabilidad de cada bien o servicio.
El entusiasmo de Agustín es contagioso: Apenas Agustín compartió la noticia se empezó a tejer una red de ayuda poniendo a disposición talentos, ideas complementarias, sobre todo de muchos jóvenes.