En Roma, en la sede de Nomadelfia, se ha realizado el evento Prophetic Economy 2.0, que lleva por título: “Biodiversidad de talentos para el cuidado de nuestra casa común”.
Paolo Materazzo
Original publicado en Nomadelfia el 10/06/2019
¿Cómo se puede describir una emoción? Las palabras siempre parecen quedarse cortas cuando se trata de contar una experiencia que nos cautiva por completo. Siempre parece que queda fuera un detalle importante o una frase muy significativa. ¿Cómo se puede describir lo acontecido el domingo 9 de junio en Prophetic Economy 2.0? ¿Cómo se pueden definir las propuestas de los más jóvenes, que han demostrado ser también los más concretos, entusiastas y propositivos?
Don Zeno nos recordaba a menudo una gran verdad: “el que entiende sin más, no entiende; el que participa, entiende”. Seguramente es así. Para comprender Prophetic Economy habría que participar en los eventos, respirar el espíritu de familia, de afecto recíproco y de total confianza que solo puede nacer cuando se comparte una comunión profunda con compañeros de camino procedentes de experiencias muy distintas pero con una gran objetivo: salvar nuestra Casa Común y hacerla acogedora sobre todo para los más pobres, que son los que pagan en mayor medida los efectos de la crisis ambiental. No importa si quien habla es de Nomadelfia, o si pertenece al Movimiento de los Focolares o a GCCM, porque el desafío que se nos presenta es más grande que nosotros, nuestros movimientos y nuestros egoísmos. Para salvar nuestra casa común ha llegado el momento de estar unidos. Podría expresarlo con las palabras de un joven emprendedor social que, en el agradecimiento final, nos decía: “sois la Amazonia de la economía: dais oxígeno al mundo”. O bien podría hablaros de los chicos del grupo de Nápoles, que ya han propuesto un Prophetic Economy Young, en el que “los jóvenes lo organizarán todo y los adultos saldrán de la sala para seguir un programa aparte”.
Tal vez podría resumirlo con las palabras de Luigino Bruni, quien, para definir lo que hemos vivido y lo que estamos tratando de construir, decía: “La acción nace del dolor, no del placer. Si camino por la ciudad y no sufro por las personas sin hogar que están a la puerta de la iglesia, por el abandono de nuestras periferias… no hago nada”. Y después: “Estar juntos por estar juntos no sirve para nada. Nosotros estamos juntos porque hay una urgencia a la que queremos responder. […] Los movimientos deben entender que la Iglesia no es su pequeño movimiento, sino toda la humanidad. Nos hemos juntado porque como San Francisco hemos entendido que reconstruir San Damián es demasiado poco. La iglesia no es San Damián, es la humanidad entera.”
Pero ¿por qué organizar un Propehtic Economy 2.0? Porque lo que queremos crear no es un evento, una conferencia en la que los expertos hablan y los demás escuchan. Henos querido iniciar un proceso en el que las organizaciones, movimientos, empresas, adultos y jóvenes puedan volver a casa con proyectos concretos para ayudarse mutuamente a realizar mejor su misión: Pasar de la econo-mía a la econo-nuestra, del yo al nosotros; un espacio donde la gente viene, se encuentra y nacen cosas nuevas.”
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