Miguel Muñoz y Fernando Guerra nos han dejado entre la tarde del día 6 de marzo y la mañana del día 7, a pocas de distancia.
Desde todo el mundo se eleva un coro de agradecimientos por la vida de Miguel Muñoz y Fernando Guerra y su dedicación a la EdC. Son muchas las personas que les han conocido y apreciado por su presencia discreta pero al mismo tiempo muy eficaz en la construcción de la EdC en sus países y también más allá de sus fronteras.
Miguel Muňoz, español de Sevilla, nos dejaba la tarde del 6 de marzo, tras una rapidísima enfermedad. Miguel ha sido parte activa de la EdC desde el principio, y un punto de referencia para todos por su competencia en el ámbito jurídico que siempre ponía a disposición con gran generosidad. Vicepresidente de la Asociación por una Economía de Comunión en España desde sus comienzos, ha sido empresario de la EdC al lado de su mujer, Elena Bravo, en la empresa “La miniera” y en otros proyectos. Hace tres años, junto a otros empresarios españoles, viajó al Congo para comprobar la viabilidad de un proyecto de creación de una nueva empresa hispano-congoleña. Tras las diversas dificultades surgidas, el proyecto llegó a parecer irrealizable, pero Miguel, poniendo a disposición una vez más sus conocimientos jurídicos, resolvió la situación y la empresa ha podido constituirse. Escribe a este respecto Corneille Kibimbwa desde el Congo: "La contribución de Miguel en la redacción de los documentos de creación de la sociedad "Fondation pour la Communion- FOCO-sarl" ha sido muy valiosa. Esta empresa hispano-congoleña cuenta con un capital de 100.000 dólares y producirá y venderá hortalizas a la población de Kinshasa. Sufrimos mucho por su ausencia y estamos enormemente agradecidos por su contribución.“
Fernando Guerra, brasileño, partió para el cielo el 7 de marzo por la mañana. Nos lo han comunicado los amigos de Anpecom mediante un mensaje enviado a la comunidad de la EdC mundial: “Esta mañana, Fernando Guerra, auditor y pionero de la EdC en Brasil, ha llegado al cielo. Queremos expresar nuestra profunda gratitud por la valiosa e inestimable contribución que ha dado especialmente al comienzo de este proyecto. Fernando no ha ahorrado esfuerzos ni inteligencia a la hora de ayudar concretamente en la puesta en marcha de la sociedad Espri, la empresa que gestiona el Polo Spartaco. Fernando, apreciamos tu profesionalidad y tu dedicación. Estamos seguros de que desde el paraíso seguirás trabajando por la EdC". Armando Tortelli escribe: "A Fernando, que ciertamente nos escucha, le diría: "Has sido un gigante en todas tus batallas aquí en la tierra. Nosotros, que seguimos aquí, conscientes de nuestro compromiso con Dios y con Chiara, seguiremos luchando con valentía para que juntos podamos vencer la guerra… Gracias, Fernando Guerra"