'Generadores' de comunión: ¡ya está aquí el Informe OPLA 2024!
por Tainã Santana para el Equipo OPLA
Siguen existiendo numerosas situaciones de dolor global, muchas de ellas ya olvidadas. Impulsados por los medios de comunicación, pero también por la fatiga mental, nos centramos en una cosa a la vez, y el conflicto que estalla hoy nos hace olvidar inmediatamente el de ayer. Sufren las consecuencias, como siempre, los más débiles, las personas que experimentan las numerosas pobrezas.
Alrededor de 670.000 euros. Esta fue la cantidad invertida por la EdC en 2024 para apoyar acciones, proyectos e iniciativas encaminadas a erradicar la pobreza. Estas cifras son solo las gestionadas por la EdC Internacional. Sabemos, sin embargo, que en muchas partes del mundo hay emprendedores, empresas y asociaciones de EdC que actúan directamente para luchar contra la pobreza en su propio territorio, sin enviar necesariamente fondos a la EdC Internacional. De hecho, estas cifras que ves ¡pueden ser incluso una parte minoritaria de todo lo que se está haciendo!
Hagamos pues un balance de las inversiones de la EdC Internacional para luchar contra la pobreza en 2024.Entendamos primero dónde estamos: he aquí nuestro «ecosistema de comunión». La EdC Internacional trabaja en dos grandes vertientes: los proyectos de apoyo individual, realizados a través de los numerosos operadores repartidos por todo el mundo, y los proyectos de desarrollo humano integral, realizados a través de AMU. El OPLA, por su parte, además de examinar de forma general el impacto de la EdC en la lucha contra la pobreza, lleva dos años estudiando más de cerca a los operadores y las distintas solicitudes de proyectos de apoyo individuales. He aquí, pues, el resumen de todo ello.
Centrémonos por un momento en los proyectos de desarrollo humano integral y de emergencia. He aquí un resumen de los distintos proyectos, los países y cuánto dinero se ha asignado a cada uno.
En Burundi, el proyecto Si può fare! pretende mejorar las condiciones socioeconómicas de la población a través de la educación en microcréditos. Participan más de 300 grupos de microcrédito, que suman unas 8.300 personas. El coste total del proyecto, como pueden ver, es de más de un millón de euros, de los cuales la EdC ha aportado este año alrededor del 10%.
En Ecuador, en la provincia de Esmeraldas, existe el proyecto Sunrise. Está dirigido a los jóvenes, que reciben formación profesional y llevan a cabo acciones de conservación del medio ambiente. Se crean oportunidades de empleo, fomentando el espíritu empresarial ambientalmente sostenible. 360 jóvenes participan directamente en el proyecto, que tiene un coste total de unos 200.000 euros, de los que la EdC ha cubierto 1/3 este año.
En Siria, el proyecto Restart crea oportunidades de empleo mediante la formación, el suministro del equipo y la maquinaria necesarios para las diversas actividades generadoras de ingresos y el acompañamiento. La cultura de la reciprocidad es fundamental aquí, ya que los participantes devuelven el 50% de la cantidad recibida en efectivo y el otro 50% mediante acciones de reciprocidad.
He aquí algunas impresiones de los proyectos realizados en 2023. De una dentista siria:
«Gracias a las nuevas y modernas herramientas que me ha proporcionado Restart, puedo ofrecer a los pacientes tratamientos dentales en menos tiempo que otras clínicas de la ciudad. Esta es una de las razones por las que acuden tantos a mí. Es una gran oportunidad que me brinda nuevas experiencias cada día.».
De un participante en grupos de microcrédito en Burundi:
«Me gustaría tener acceso a más créditos, haciendo contactos, por ejemplo, con instituciones financieras que te permitan solicitar préstamos más grandes. Ahora estoy segura de que puedo hacer más, porque gracias a esta experiencia he aprendido que es posible. Se puede hacer».
Veamos ahora las acciones individuales de apoyo seguidas por los distintos operadores de EdC en todo el mundo. Se llegó a 394 participantes, distribuidos geográficamente como ven en la diapositiva: América Latina, África, Asia, Europa y Oriente Medio. El 41% de los fondos se destina a educación, en forma de becas. El 25% a la salud, el 13% a la puesta en marcha de actividades generadoras de ingresos, el 11% a la mejora de la vivienda y el 8% a las necesidades de nutrición. He aquí, pues, un resumen de los participantes alcanzados.
¡Y no acaba ahí! Cada acción ha desencadenado una cadena de reciprocidad, fraternidad y compromiso por un mundo mejor, y esto va mucho más allá de la mera ayuda económica. En Colombia, una familia que recibió ayuda de la EdC decidió comprar pañales y otros materiales para otra familia necesitada. En la República Democrática del Congo, una estudiante de obstetricia convenció a todo su grupo de que no cedieran ante un intento de soborno. En India, una pareja de ancianos dona su tiempo acompañando a otras personas para que no se sientan abandonadas. Y como éstas hay muchas otras historias de compañerismo que nos dan esperanza para un nuevo año aún más fructífero.
¿Estás preparado para 2025? Únete a nosotros para que juntos podamos seguir siendo generadores de comunión allí donde estemos.
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