#EoFStories – El joven sudamericano sensibiliza a la comunidad para una sana gestión del consumo y Ia alimentación y es uno de los participantes en Economy of Francesco: «Demostremos que otro mundo es posible»
Publicado en Avvenire el 30/07/2022
Joäo Paulo Angeli es antropólogo de formación, especialista en diversidad cultural latinoamericana, con una fuerte vocación ambientalista. Se considera «un apasionado de la vida y del conocimiento» que desea transmitir como educador popular socioambiental. Dice: «Tengo una fe convencida en el ser humano y en el bien que puede hacer a toda la comunidad de vida». Y tiene una utopía: «Construir un pacto intergeneracional por nuestra casa común».
Es consciente de que la mirada de los educadores puede generar el cambio. «Ahora me estoy dedicando al estudio de la psicología – indica Joäo Paulo – porque he comprendido que para los procesos educativos ambientales es necesario abrir la mente y el corazón de las personas. El corazón es la clave de la educación social». Joäo Paulo, JP para los amigos, tiene 28 años y una amplia experiencia en el terreno como joven líder de la Carta de la Tierra, que nació de la Conferencia de Rio ’92 sobre los principios que transforman la conciencia ambiental en acción. «En mi primera vida trabajé como responsable de educación ambiental en la frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay, en las cascadas de Iguazú, y con el Colectivo de Jóvenes en la Cuenca del Paraná 3, a partir de los procesos de cambio de la cultura ambiental puestos en marcha por Itaipu, el gigante hidroeléctrico líder mundial en la producción de energía renovable», afirma. Un compromiso ambicioso en un ecosistema con una gran biodiversidad amenazado por la acción humana para este ambientalista, miembro del Observatorio Paraná sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 de la ONU. «Uno de los objetivos de nuestra acción era la sensibilización para una gestión distinta del consumo y la alimentación», explica. «Hemos empleado el método de la investigación y acción participativa, y ha sido bonito ver cómo una comunidad cada vez más grande empezaba a entender la importancia de una alimentación orgánica, que no necesita nada superfluo, y a adoptar otra forma de pensar el consumo, consciente, con el trueque de bienes y productos». Pero después llegó la pandemia y el curso de la vida cambió para Joäo Paulo. «He perdido familiares y personas muy cercanas», recuerda. Y en abril del año pasado volvió del sur a la provincia del Espíritu Santo, como vice prefecto en Santa Teresa, el municipio donde nació: 25.000 habitantes en gran parte descendientes de emigrantes italianos, hasta el punto de que la lengua de Dante es cooficial. «He dejado el tercer sector para entrar en la acción política y desarrollar los temas ambientales como secretario de planificación y asuntos estratégicos y jefe de gabinete de la prefectura», explica. Un mandato de cuatro años para cambiar las cosas.
Joäo ha llegado a Economy of Francesco también por su experiencia como laico. Con 24 años era ya presidente del consejo de laicos de la provincia de Paraná, que agrupa a 18 diócesis. «Cuando escuché la llamada del Papa Francisco a los jóvenes economistas y change makers reflexioné mucho. Encendió la chispa que tenía en el corazón por una visión teológica y filosófica de las transformaciones en el mundo, que tienen su nudo central en la economía. En la Comisión Económica para América Latina discutimos mucho sobre la participación de la gente en la gestión del cambio. Bergoglio ha dicho basta, esta economía ha llegado al límite. Y ha señalado la necesidad de un debate coherente para que las personas puedan tener una oportunidad de vivir y de superar las desigualdades». «Con la encíclica Laudato si’ – recuerda - el Papa ha puesto en el centro de la Iglesia la cuestión del ambiente, que hoy muchos sacerdotes y obispos en las diócesis han comprendido e incorporado al debate eclesial». Precisamente en función de un paradigma distinto, en el grupo de “Francisco y Clara” de EoF, Joäo Paulo se encarga de los temas de la vida y de los estilos de vida. «Alimentar con productos orgánicos es un acto político», remarca. «Es una cuestión económica, social y socioambiental». Al evento de EoF del 22 al 24 de septiembre en Asís, el joven vice prefecto va «con el corazón abierto al encuentro». «Con nuestras actitudes y acciones podemos demostrar que otro mundo es posible. Lo que no es posible – añade – es hablar de economía sin hablar de educación». Para explicarlo, JP recurre una vez más a la realidad: «Ahora tengo la responsabilidad de la gestión financiera en Santa Teresa, pero si hablo de planes plurianuales, los ciudadanos no entienden. El reto es que comprendan la economía. Estamos hablando de una administración que gestiona una deuda pública por la que pagamos el doble para amortizarla, aunque nadie ha hecho nunca una auditoría. Ahora nosotros podemos proponerlo».