Alegría y compromiso son los sentimientos que han caracterizado en mayor medida el 2° Congreso Panafricano de EdC clausurado en la Mariápolis Piero el día de su 31º aniversario, con una gran fiesta compartida.
Steve Azeumo
Del 27 al 29 de mayo se ha celebrado en Nairobi, Kenia, el segundo congreso panafricano de Economía de Comunión, que ha reunido a 90 participantes, en su mayoría jóvenes emprendedores, investigadores y estudiantes procedentes de 17 países, y ha contado con la participación de numerosas personas online (por Zoom y Youtube Live) de otros continentes.
Un congreso lleno de colores, caracterizado por una fuerte impronta africana para África, con el objetivo de dar un paso adelante hacia la expresión de los valores de las empresas del joven continente africano.
A través de un programa muy rico, los participantes han experimentado la inmensa alegría de descubrir los notables pasos ya realizados, expresión del recorrido de la economía de comunión en África sobre todo desde 2011 hasta hoy. Las experiencias de los empresarios de la primera generación junto con los de la segunda, no han hecho otra cosa que amplificar las características prácticas de la EdC como un estilo de vida y una vocación.
Durante los tres días del congreso, los participantes han aprendido unos de otros, mediante el intercambio de experiencias y buenas prácticas, en un ambiente de gran confianza y profunda escucha. Los módulos de formación de las tardes se han centrado en la creatividad, en la planificación, en el modelo de negocio de comunión y en la comunicación. Nos hemos dado cuenta de que, aunque no todos puedan contar con años de experiencia, cada uno de nosotros dispone de un potencial creativo al que recurrir para resolver los problemas de la sociedad, empezando por nuestras comunidades. También se ha intentado proporcionar instrumentos concretos para una gestión financiera y previsional transparente que ayude a garantizar la rentabilidad de una empresa/proyecto y a poner de manifiesto el impacto de la comunión para reducir la pobreza.
La celebración del 31º aniversario de la EdC ha adquirido un significado aún mayor, porque ha permitido a los participantes asumir un compromiso antes que nada individual, con la mano en el corazón, repitiendo con una sola voz las expresiones: "Puedo hacerlo, debo hacerlo, lo haré", y después colectivo, poniendo una mano en el corazón y uniendo la otra con la del hermano o la hermana. De este modo hemos querido remarcar el espíritu de comunión, de comunidad, mediante estas otras expresiones: "Podemos hacerlo, debemos hacerlo, lo haremos" como signo de nuestro compromiso en respetar los principios y valores de la economía de comunión en nuestras empresas/actividades generadoras de ingresos y en nuestro trabajo, sin excluir ni dejar atrás a ningún necesitado.
Otro de los puntos relevantes de este congreso ha sido el deseo de los participantes de ver la expansión de los incubadores de la Red Internacional de Incubación de la Economía de Comunión EoC-INN a otros países, con la posibilidad de sostener los proyectos incubados de diferentes maneras.
Este congreso que termina crea la oportunidad de multiplicar los encuentros a nivel local, en los distintos países presentes, y de ampliar los puntos de contacto de los incubadores, además de los cuatro ya existentes en Camerún, Congo, Uganda y Benín.
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Es posible ver de nuevo las partes del congreso donde estaba prevista la transmisión en streaming, accediendo a la playlist completa: https://youtube.com/playlist?list=PL_1EPGbxVVil5aSQ9GviibSLtw_swBEwk