Aunque escuchamos el fuerte grito que sale de la tierra, de los pueblos en guerra y de los grandes desafíos que vive el mundo entero, queremos creer a las mujeres que nos anuncian con emoción a todos: ¡Cristo está Vivo! ¡No es una locura! ¡Está verdaderamente en medio de nosotros! Tratemos de reconocerlo en nosotros mismos, en el vecino, en el compañero, en el pobre, en el necesitado, en todos los que se sienten heridos, decepcionados, abandonados…
Seamos un pueblo que camina por los caminos del mundo sembrando paz y esperanza.
¡Os deseamos una feliz Pascua!
La Comisión Internacional de la EdC.