Publicamos el comunicado de AMU sobre la prematura "partida" de Marco Aquini. Gracias, Marco, también en nombre de toda la EdC, para la que has vivido durante muchos años como responsable de la economía del Movimiento de los Focolares.
Un amigo y una fuerza para AMU - Marco Aquini
Publicado en AMU el 04/01/2019
Con enorme conmoción os anunciamos que esta mañana Marco Aquini ha concluido su existencia terrena. Pocas semanas antes se le había diagnosticado una grave y extendida forma tumoral.
Durante estos días de enfermedad, Marco ha mostrado plenamente su grandeza, viviendo con plena conciencia lo que le esperaba, además de con la calma y la ponderación que le caracterizaban. Ciertamente no nos faltarán ocasiones en el futuro para conocer mejor su grandeza de ánimo, sus virtudes vividas de forma escondida y sus notables talentos puestos al servicio del Reino de Dios.
Para todos nosotros Marco ha sido un amigo sincero, siempre dispuesto a dar sugerencias no solo con competencia sino muchas veces con sabiduría. Se expresaba de forma esencial pero completa. Era reservado y digno de confianza. Con verdadera humildad sabía estar en el centro de la atención desempeñando con precisión y desapego su tarea, y sabía también ponerse en la última fila a escuchar con atención y sin juicio a otros, a veces menos competentes y preparados que él.
Un amigo, un compañero de trabajo, un asesor y un administrador que sabía valorar y sacar a la luz las dotes de los demás, una persona que todos desearíamos tener a nuestro lado.
Su vida está estrechamente entrelazada con la de AMU desde el principio, cuando en 1986 (tenía 28 años) ayudó a crear la oficina y a emprender la difícil pero fascinante aventura de la cooperación internacional. Fue secretario hasta 1996, cuando dejó el trabajo directo en AMU para asumir otros encargos, aunque sin dejar su puesto en el Consejo de Administración y después en el Colegio Sindical. Con certeza podemos afirmar que si hoy AMU ha podido evolucionar y seguir activa en el difícil contexto actual ha sido en buena medida gracias a su contribución.
El dolor de la separación es grandísimo, imposible de comprender, como si se abriera un abismo imposible de colmar. Pero lo ilumina la certeza de que ahora Marco ha alcanzado la plenitud de la vida y en esa dimensión definitiva sabrá encontrar la manera de seguir a nuestro lado como ha hecho siempre hasta ahora.
A nosotros nos toca continuar lo que él comenzó, tomando ejemplo de sus virtudes y de su elección radical de seguir a Dios.
El funeral se celebró el lunes 7 de enero en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo (Italia).