Jonas Groschke (34), joven ingeniero alemán especializado en energías renovables y apasionado amigo de la economía solidaria y de la EdC, nos ha dejado el 20 de diciembre de 2021.
Andrea Fleming
Jonas se ha ido tras someterse durante casi dos años a distintas terapias para tratar el tumor cerebral que padecía. Dos años de gran denuedo y esperanza para todos los que han compartido con él este tiempo de enfermedad.
Cuando salió de la Universidad, Jonas fundó con tres amigos en Mannheim una pequeña empresa de consultoría en energías renovables,
sostenibles y regenerativas. Se involucraron con pasión en la red de la economía social y solidarias, compartiendo incluso con varios empresarios de EdC un “co-working-space” en Mannheim. Jonas aún pudo participar en el último encuentro de los empresarios alemanes en la carpintería de Birgit y Johannes Linke en Menden – la alegre presencia de un buen grupo de jóvenes empresarios en aquella ocasión dejó una profunda huella en aquel fin de semana de marzo de 2020.
Jonas se comprometió también con decisión y mucha creatividad en proyectos de energía sostenible en África... como cuando construyó una instalación de energía solar en una pequeña aldea de Tanzania, encontrando además la manera de financiarlo con fondos públicos, para llevar la luz a Nkile.
En 2019 tuve la ocasión de entrevistar a Jonas para un programa de la radio bávara sobre economía social, y entonces me explicó los motivos que le impulsaban a comprometerse con sus capacidades y talentos para promover la justicia y la sostenibilidad:
«El amor al prójimo es tal vez lo que mejor describe lo que me gustaría vivir en mi vida. No soy un “cristiano modelo” pero reflexiono sobre la fe y siento la necesidad de proteger y conservar la naturaleza. En el tiempo que nos queda por vivir es sin duda importante hacer algo que nos haga estar bien con nosotros mismos. Y si somos honestos, debemos constatar que no estamos bien si los que nos rodean están mal. En el tiempo que me queda me gustaría hacer algo con sentido. Me gustaría hacer algo que permanezca, que aporte un valor, un plus, a este mundo, más allá del bien que me aporte a mí personalmente.»
GRACIAS, Jonas, por tu ejemplo concreto, por tu amor cortés, silencioso y atento con los últimos. ¡Continuaremos tu sueño!