Mabih Nji es una joven empresaria camerunesa de The Economy of Francesco que ha elegido para su empresa el modelo de la EdC. He aquí su historia contada en primera persona.
Mabih Nji
Mabs& Smalls kitchen es una microempresa creada en Camerún el 25 de julio de 2020. Una marca joven, pero en crecimiento, de mermeladas naturales hechas en casa y de chocolate para untar, nacida del deseo de ver concretamente a Dios en la economía.
Una premisa: Mabs& Smalls kitchen nace en el momento de mayor oscuridad de mi vida. Tenía la impresión de que todo se había detenido para mí
y que no había nada que yo pudiera hacer. Había perdido la confianza en mi potencial y por desgracia había entrado en una depresión con la que he tenido que convivir mucho tiempo. Todos mis sueños (trabajar en las Naciones Unidas y otros proyectos que tenía para mi vida) se habían roto. Estaba profundamente herida en el corazón, en el alma y en el espíritu, y de estas tres palabras (corazón, alma y espíritu) nació la cocina Mabs&Smalls. Llevaba tiempo viviendo en esta oscuridad cuando sentí el impulso de recoger mi sufrimiento en un “haz de alegría” para llevarlo a la sociedad.
Devolver a la sociedad y cultivar una cultura del dar era lo que había aprendido durante mi master en el Istituto Universitario Sophia en Italia. Así pues, imaginé un lugar donde podría usar mis manos y las de los otros para dar gloria a Dios, para olvidar mis dolores y pensar en los demás; llevar algo tangible y visible a mi comunidad, dar trabajo a los jóvenes y sobre todo dar esperanza también en los momentos difíciles.
Pensando en todo lo que quería realizar, la economía de comunión me pareció el mejor modelo a aplicar. Había trabajado en el hub de la EdC en Camerún, en rápido crecimiento, donde entré en contacto con muchas de las prácticas aplicadas en las empresas de la EdC y había visto acciones e incubaciones concretas.
Uno de los desafíos más difíciles de mi empresa ha sido la necesidad de transmitir a cada uno el espíritu de la EdC. Me he dado cuenta de que para hacerlo no era suficiente hablar, sino que mi empresa tenía que ser un ejemplo concreto. Por ejemplo, no debíamos engañar a los clientes, debíamos respetar el mercado, a los consumidores y a nuestros competidores; teníamos que tomar en consideración las necesidades de todos los consumidores, por ejemplo si una mermelada en concreto llevaba mucha azúcar debíamos escribirlo claramente. Teníamos que trabajar como una familia y tratar a cada persona de la empresa con respeto. Teníamos que pagar a los trabajadores a tiempo, lo que era muy difícil. Poco a poco fui viendo que estos principios entraban como reglas en la empresa. Esto me dio una gran alegría, porque me dí cuenta de aplicando estos principios en nuestra empresa, los efectos positivos se veían en el mercado y con los consumidores.
La relación entre los trabajadores, el mercado, los consumidores y los proveedores se ha fortalecido cada día. Hemos tenido que hacer frente a muchos retos como empresa joven, sobre todo a nivel de marketing, publicidad, concursos, financiación, pero como equipo hemos decidido resistir. Aun siendo una empresa muy joven, Mabs& Smalls kitchen ha sido capaz de superar las expectativas y superar la cifra de ventas establecida para el primer año. Las experiencias que hemos tenido con la providencia han sido muy positivas.
Ha habido momentos donde estábamos a punto de cerrar la empresa por falta de liquidez y, precisamente en esos momentos, sin saber cómo,
recibíamos llamadas de personas que querían promocionar la empresa o nos ayudaban a pagar a los trabajadores ese mes. En algunas circunstancias, nos hemos encontrado con situaciones en las que necesitábamos consejo para seguir adelante como empresa joven, sobre todo en el campo fiscal. Se trataba de consultas que la mayor parte de las veces cuestan mucho dinero y las hemos recibido gratis. Estas circunstancias han hecho comprender a todo el equipo que, aun siendo muy difícil la tarea en la que nos hemos metido, hay una “fuerza invisible” que nos sostiene.
Día tras día me doy cuenta de que, a pesar de que es muy difícil mantenerse en el mercado yendo contra corriente, Dios se hace presente en la economía y actúa, simplemente con que nosotros le demos la oportunidad de hacerlo.
