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El lunes, 1 de abril, el presidente argentino Mauricio Macri y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, han visitado la empresa de EdC Pasticcino, en el Polo Solidaridad, en la Mariápolis Lía (O'Higgins)
Fuente: www.focolare.org/conosur/
"Que nos visite el Presidente me remonta a 10 años atrás cuando empezamos con la fábrica con el horno de mi casa. Fue espectacular. Estoy muy feliz”. Las palabras del Gerente Comercial y socio de Pasticcino, Gonzalo Perrín, minutos después de la visita de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal demuestran el significado que tuvo la mañana de este lunes para quienes trabajan en la fábrica, ubicada a pasos del pueblo bonaerense de O’Higgins. “No somos más de mil habitantes y aquí nos conocemos todos”, le explicaba el joven empresario a los visitantes.
Según cuenta Jorge Perrín, uno de los socios fundadores, “el pasado viernes había recibido la visita de la secretaría de comunicación de la Presidencia porque querían conocer Pasticcino. Luego nos avisaron que vendrían nuevamente para filmar y hacer notas. Y posteriormente, y de manera sorpresiva, arribaron el Presidente y la Gobernadora. "Fue un momento increíble, simple y emocionante. Particularmente les había impactado el proyecto de Economía de Comunión. Los logros y la universalidad, veían aquí algo creíble”.
Durante el encuentro, los directivos de la empresa acompañaron a Macri y Vidal en una recorrida por la planta, presentando a los empleados y la manera de trabajar. El propio presidente sostuvo la importancia de “producir algo diferente, con un agregado de valor. No es sólo cuestión de cantidad sino cómo se hace y qué experiencia hago” para producir.
En tanto, Vidal resaltó el hecho que la empresa se haya desarrollado en el pueblo, que estaba dentro de los que corrían riesgo de desaparecer: “Es un modelo para otras localidades que les pasa lo mismo, que la gente se pueda quedar en su lugar”.
El slogan de Pasticcino reza “Pequeños sabores, grandes momentos”. Como el que sin dudas han vivido quienes llevan adelante cotidianamente la empresa. No todos los días una pequeña fábrica, “en el medio de la nada”, como dicen ellos mismos, recibe una visita presidencial.