El proyecto Sunrise+ es la evolución natural del ya finalizado proyecto de rehabilitación post-terremoto Sunrise, de AMU-EdC
Fuente: AMU
El cantón Muisne – conocido también como isla del encanto – de la provincia de Esmeraldas, en Ecuador, es una de las regiones con la mayor tasa de pobreza del país; las comunidades que viven en estas tierras bellísimas están ligadas, por varias generaciones, a la pesca: un trabajo duro, pero uno de los pocos que ofrece el cantón. Un territorio difícil, en el que las oportunidades de trabajo, de educación y de desarrollo son pocas, pero que de criminalidad son muchas. La desigualdad y la vulnerabilidad económicas y sociales son el terreno resbaladizo en el que crecen las chicas y chicos de Muisne.
Por estos motivos, como conclusión del proyecto post-terremoto Sunrise, Amu y Edc decidieron poner en marcha un nuevo proyecto, evolución natural del anterior, para acompañar a los jóvenes en camino a la formación profesional y a la conservación de los recursos naturales. El propósito dei Sunrise+ es favorecer las oportunidades de trabajo y de iniciativa empresarial ecosostenible, con el objetivo de contrarestar los daños ecológicos que están aumentando la vulnerabilidad social de estas poblaciones.
El proyecto Sunrise+ se enriquece con una serie de actividades, por así decir, colaterales – como momentos lúdicos, formación en valores, sesiones psicológicas – que son un valor añadido en la transformación de los hábitos y comportamientos de los niños, jóvenes y adultos que componen las comunidades del cantón Muisne. Estas actividades son realizadas por los Clubes Ecológicos, a ellos se confía la misión de transformar el futuro de un territorio tan complejo. Son muchas las actividades realizadas por estos clubes, y los jóvenes que los integran tienen muchas ganas de involucrarse para mejorar la vida de sus comunidades y para construir su futuro con acciones concretas, a partir precisamente de la protección del medio ambiente.
Jimmy es un chico de dieciocho años, miembro de la red de Clubes Ecológicos, que ha experimentado en primera persona el impacto de este nuevo camino respaldado por Sunrise+.
Sus días de “antes” se iban entre el estudio y la ayuda en el taller mecánico del padre. El resto se le pasaba sin muchas alternativas, en la espera de un futuro quizás ya escrito. Entrar a uno de los Clubes Ecológicos significó un decisivo cambio de rumbo. Cuenta Jimmy:
“Mi vida cambió, me encontré con un grupo de personas que busca ayudar a los otros por todos los medios, y con un gran cuidado por el ambiente. Y lo hacen con alegría y buen humor”.
El clima de fraternidad que se respira en los Clubes Ecológicos contagia también a Jimmy, lo que lo lleva a una reflexión: mejor que caer en las trampas de la criminalidad es trabajar por un cambio positivo, y mejor que dejar que sigan así las cosas, sin ninguna esperanza por mejorar. Y afirma:
“Estar con personas que me impulsan a crecer de manera positiva me hace más fuerte y capaz de tomar las decisiones justas y rechazar las tentaciones de entrar en las bandas criminales”.