Ser empresarios de EdC: cuando la economía se une con la comunión

En Castel Gandolfo, con los empresarios de la Economía de Comunión que el sábado 4 de febrero fueron recibidos por el Papa Francisco.

Maria Chiara Biagioni

Publicado en AgenSIR el 6/02/2017

170201 Castelgandolfo Congresso Edc 20 rid"Mientras las multinacionales hablan pero hacen otra cosa, nosotros, con toda tranquilidad, somos lo que decimos que somos”. “Los beneficios son importantes para llevar adelante una empresa, pero el dinero no debe convertirse en nuestro señor". Y el economista Luigino Bruni observa: "Se puede vivir una vida de florecimiento humano y de excelencia siendo empresario. Es un mensaje de esperanza".

Economía y comunión. Dos palabras que la cultura actual  mantiene separadas y a menudo considera opuestas. Dos palabras que, en cambio, vosotros habéis unido recogiendo la invitación que hace veinticinco años os dirigió Chiara Lubich, en Brasil, cuando, ante el escándalo de la desigualdad en la ciudad de San Pablo, pidió a los empresarios que se convirtiesen en agentes de comunión”. Con estas palabras el Papa Francisco saludó el sábado 4 de febrero a 1.200 empresarios, jóvenes y especialistas de la Economía de Comunión de todo el mundo. Una realidad sostenida, sin publicidad pero con una historia de 25 años a sus espaldas, por el Movimiento de los Focolares. “Hace tiempo que estoy realmente interesado en vuestro proyecto”, confiesa el Papa. Quienes le escuchan son personas que han hecho de esta idea no sólo un programa de trabajo sino también un estilo de vida.

Uno de ellos es Anastase Ngoy Kzembe de Lubumbashi, en la 170201 Castelgandolfo Congresso Edc 22 ridRepública Democrática del Congo. “Soy propietario de una empresa que se dedica a la seguridad privada”, cuenta en un descanso del Congreso de empresarios de EdC en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo. La ciudad donde vive es la más rica del país; en ella tienen su sede numerosas compañías extranjeras que operan en el sector de la extracción de minerales. La mayor parte de los clientes son americanos o chinos, y la empresa tiene hoy más de 3.000 empleados y cuenta con agencias en el Congo, Zambia, Tanzania y Zimbabwe. Una empresa floreciente en un país – cuenta Anastase – que se encuentra inmerso en una fuerte crisis política. ¿Pero qué significa formar parte de la economía de comunión? Significa – responde – que “el dinero es importante para llevar adelante una empresa, pero no debe convertirse en nuestro señor”.

El corazón de la idea de Chiara Lubich, cuando lanzó hace 25 años la Economía de Comunión en Brasil, era su propuesta a los empresarios para que produjeran beneficios y los pusieran libremente en comunión. El fin era sacar a las personas de la pobreza, crear puestos de trabajo y promover la cultura del dar como alternativa a la cultura del tener. Aquella idea se ha convertido en una realidad que hoy cuenta con 860 empresas repartidas por 51 países del mundo.

170201 Castelgandolfo Congresso Edc 21 ridAlberto Mansilla es español, de Valladolid, una ciudad a 200 km de Madrid. Su empresa ofrece servicios de alta tecnología. Formar parte de esta red de EdC – dice – no es sólo una forma de hacer empresa, “es también y sobre todo un estilo de vida que penetra en tu familia, en todo lo que haces. Ser empresario hoy es muy difícil, es una decisión que exige fortaleza. Pero yo he decidido serlo porque así es como quiero gastar mi vida”. De ahí se derivan una serie de decisiones concretas y alternativas, empezando por la de ser transparente en la gestión del dinero tanto hacia fuera como hacia dentro, con los trabajadores. “Trabajamos siguiendo las reglas del mercado y las leyes, como todos, pero elegimos poner en el centro la persona y no el negocio”. Mediante encuentros periódicos, los trabajadores se involucran en la gestión del trabajo; se verifican los problemas y el estado de bienestar; se selecciona a los empleados no sólo en base a sus cualidades sino también a las necesidades de sus condiciones de vida. “Mientras las multinacionales hablan pero hacen otra cosa, nosotros, con toda tranquilidad, somos lo que decimos que somos”.

Así es la economía cuando se une con la comunión170201 Castelgandolfo Congresso Edc 17 rid. “Entre el pontificado del Papa Francisco y el carisma de Chiara Lubich – explica el economista Luigino Bruni – hay una profunda sintonía a varios niveles. En primer lugar la sintonía empieza por el nombre. Ambos hacen referencia a la tradición franciscana, con la visión de una pobreza que se convierte en clave de lectura del mundo”. Además, a Chiara y a Francisco les une una profunda crítica al capitalismo. “El Papa ha pronunciado palabras muy fuertes contra la economía que mata, que excluye, que descarta, que contamina. También la economía de comunión de Chiara Lubich contiene en sí misma una crítica muy profunda al capitalismo”. Invita al empresario a reconsiderar radicalmente el sentido de los beneficios, pidiéndole que los ponga en común para extender la riqueza. Pero ambos – añade el experto – tienen también “una visión positiva y buena de la vida”. La economía que surge de ambos es un “sí a la vida”. Los empresarios de la EdC muestran con sus empresas que “es posible hacerse santos, no a pesar de la economía sino gracias a ella; que se puede florecer humanamente y alcanzar la excelencia siendo empresario. Es un mensaje de esperanza”.

En este momento histórico – concluye Bruni – en el que Trump en Estados Unidos, y con él una parte de Europa, lanzan mensajes de cierre de fronteras y de miedo al otro, donde la diversidad deja de ser una oportunidad para ser una herida que atemoriza, hay otra parte del mundo, de la que el Papa Francisco es líder, que dice que el futuro, si existe, será un futuro de inclusión”.

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