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¡Feliz cumpleaños, Chiara!

Feliz cumpleaños, Chiara. Hoy habrías cumplido 100 años. Recuerdo muchos cumpleaños celebrados contigo, siempre sencillos, modestos y discretos. Como tú, que preferías el encuentro de corazón a corazón a las multitudes y a las conferencias. El encuentro contigo y con tu “Ideal” (¡qué palabra más bella!) ha sido el más importante de mi vida. Entonces yo tenía 15 años, y pude “ver” y “tocar” el infinito. No encontré un movimiento, sino que oí una voz que me llamaba por mi nombre, y la reconocí como la voz más verdadera, como la parte más bella de mí mismo. Ya estaba dentro de mí, y la reconocí. Entonces empecé a correr y desde entonces no he parado. Tuve la gracia de trabajar a tu lado los últimos diez años de tu vida, para dar, con muchos amigos, dignidad científica a tu Economía de Comunión, y para estudiar la espiritualidad de comunión en la Escuela Abba. Fueron regalos estupendos, totalmente inmerecidos como son todos los regalos grandes. Hoy me quedan como herencia tres palabras tuyas.

  1. Vocación: Viéndote a ti, estaba muy claro que la vida tiene sentido y es hermosa si se vive como vocación y, por tanto,Chiara Luigino rid 400 como tarea y seguimiento. No elegimos nacer. Tampoco los encuentros más importantes. No elegimos la vocación, pero cuando llega debemos decir: “heme aquí”, y no dejar de repetirlo cada día, porque cuando se empieza a resucitar no hay que detenerse.
  2. Jesús abandonado: Es la síntesis de tu espiritualidad y un don para la humanidad, cuyo significado (que todavía está por descubrir plenamente) más eficaz lo expresó Piero Pasolini cuando dijo: “Dios está donde no está”. Es una intuición maravillosa, insospechada, inédita, que, en un mundo como el nuestro, podría enseñarnos a encontrar a Dios donde nadie lo imagina. Laicidad infinita, universalidad, belleza.
  3. Vida: Eras una enamorada de la vida. Te gustaba todo, te encantaba todo lo que era vida, y en todo lo que estaba vivo encontrabas el Espíritu. Si todo es grande en la tierra, la vida es lo más grande. Por eso solo te apasionaban el presente y el futuro, donde sentías el pulso vital. Este amor loco por la vida me lo has dejado en herencia.

Hoy podemos celebrarte viviendo y amando la vida. Como tú. Encontrando a Dios donde no está. Repitiendo una vez más: Heme aquí.
¡Feliz cumpleaños, Chiara! Y gracias.
Siempre tuyo, Luigino.

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